Impresionante al encontrar el día 23 de junio del presente año el puente férreo sobre el río guarinó entre la ciudad de Honda y .
La Dorada, casi bajo arena.
Los miles de turistas y veraneantes tanto de Honda, como de La Dorada saben que por debajo de este puente férreo atravesaba el río guarinó que con sus aguas cristalinas y heladas atraían ciento de bañistas en especial en festivos o en épocas de calor.
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La Dorada, casi bajo arena.
Los miles de turistas y veraneantes tanto de Honda, como de La Dorada saben que por debajo de este puente férreo atravesaba el río guarinó que con sus aguas cristalinas y heladas atraían ciento de bañistas en especial en festivos o en épocas de calor.
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El río atraviesa hoy detrás del muro de contención
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Ferrocarriles Nacionales había construido un gran muro de contención para proteger al puente de los embates del rio, este muro esta en el sector del Corregimiento de Guarino en La Dorada Caldas. Hoy el río cruza por detrás del muro de contención,lo que demuestra el gran estrago producido por las continuas crecientes y raro,nadie se percata.
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Final del puente férreo en Guarino. La Dorada Caldas,todo el tramo que perdió. El río tenia que pasar por debajo del puente, no como hoy en dia al costado derecho aguas bajando del rio guarinó.
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Fotografías;Tiberio Murcia Godoy (23/06/2017)
1 comentario:
Dado un hecho no hay argumento que lo refute. Es real, concreto, evidente. El río Guarinó ha dejado de existir, como quien dice, "el río ha muerto, viva el río". Esos tales muros de contención son antiestéticos, antinaturaleza, agreden al río, le "cortan" su propia dinámica, es la solución de la pereza mental y la actitud burocrática, así trata la ignorancia y la estupidez nuestros recursos. Ahí en Honda sálvate como puedas río Gualí, para allá te llevan, fíjate en tu vecino el río Guarinó. Los problemas de un río hay que buscarlos río arriba (léase bien, río arriba) no río abajo ni en la desembocadura. La población no siente ni reclama por sus recursos ni por el patrimonio construido. Que indolencia tan sintomática, tan enfermiza, sienten más los desaparecidos rieles que las personas. Pareciera más una pereza existencial, un bostezo cultural, ¿nos merecemos lo que nos pasa? Adiós gran río Guarinó, gracias por acompañarnos en nuestra historia regional. Y como siempre, no hay responsables.
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