El director Francisco Schmitt en su visita este viernes a EL HERALDO, donde habló de su filme ‘Hombres solos’
El cineasta bogotano visitó EL HERALDO para hablar de su filme 'Hombres solos'
Cuatro hombres pasan los días en un pueblo a la ribera del río Magdalena, con el alcohol como lo único seguro; en la vejez, en las pocas oportunidades de pesca, en la soledad y en el olvido. En medio de pasiones y dolores, Hombres solos se acerca a esa vida en un retrato etnográfico. O eso explica el cineasta Francisco Schmitt sobre su ópera prima, en su reciente visita a Barranquilla, donde el documental se afila en la cartelera de la Cinemateca del Caribe.
¿Qué vio de interesante en cuatro hombres solos y rutinarios?
Desde muy chico me interesé por las historias alrededor del río Magdalena, porque siempre estuve vinculado a él, tenía familia por Puerto Bogotá. Pero concretamente en la universidad hice un trabajo antropológico sobre las dinámicas que hay alrededor del río, como la pesca. De ahí surgió un corto-documental que hice en 2008, La Güisquería, que fue el primer acercamiento con estos hombres que habitaban las laderas del río. De ahí inicié un proyecto que derivó en Hombres solos. Me fui con un equipo reducido a grabar en el 2012, tiempo en el que hubo una abundancia de pescado. El documental evidencia el deterioro y los vestigios que quedaron del río Magdalena, olvido que se ve reflejado en la vida de estos hombres solos.
Tuve una amistad de muchísimos años con ellos para lograr esa empatía y, sobre todo, la intimidad con la que rodé la película. Contando esos pequeños fragmentos que dan cuenta de su realidad y de su entorno. De esos personajes ya no queda sino uno, entonces el documental también es su homenaje.
Siendo una película independiente, ¿cómo fue el proceso de producción?
Desde el 2012 empecé el trabajo con este documental, es muy difícil sacar adelante una producción independiente y más si es un documental de autor. En 2015 teníamos el producto terminado, lo estrenamos en la Selección oficial del Festival Internacional de Cine de Cartagena (FICCI). Es una película que no ha sido de grandes multitudes pero ha tenido una recepción importante.
Más que la técnica, para mí lo importante era tener la base para el abordaje del tema. Hay cine que se hace con cámaras muy sencillas. El presupuesto fue de entre 80 o 100 millones de pesos máximo. Y fue grabada en 15 días. Más allá de tener los mejores equipos lo importante es que las imágenes hablen por sí solas, para eso hay que conocer muy bien sobre lo que se va a contar.
Durante la grabación, ¿cómo fue el manejo de los límites entre la realidad y la ficción?
Ha sido un juego de entenderme yo y entender el trabajo de saber estar. En muchos momentos propiciaba secuencias que me parecían interesantes de su cotidianidad, e intervenía un poco dirigiéndolos y manipulando las situaciones. Pero ya conocía sus espacios, su cotidianidad y qué era lo que pasaba en esa temporada en la que iba a grabar. Entonces, trataba de ser muy sutil al contar esas historias, cuando los direccionaba trataba de que fuera de forma más sincera, sin necesidad de meterme en lo que ellos querían contarme, que finalmente era lo que iba a grabar.
En general, en Colombia no se está muy familiarizado con el cine de autor, ¿qué hace falta para seguir formando público?
No es fácil cambiarle el chip a la gente para que en vez de ver películas comerciales vayan a ver nuestras películas. Pero creo que cada lugar tiene espacios que se han abierto para que la gente conozca este tipo de cine. De un día a otro no cambian las cosas, pero creo que con el boom cinematográfico que ha habido, gracias a los premios que se han ganado películas colombianas en grandes festivales del mundo, la gente está cambiando.
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Tomado de:
http://www.elheraldo.co/tendencias/lo-importante-es-que-las-imagenes-hablen-por-si-solas-francisco-schmitt-287265