La madrugada del martes 16 de mayo fue para los habitantes ribereños del río grande de la Magdalena, una madrugada infausta, a raíz de la inundación producida por la apertura de las compuertas de la represa de Betania en el Huila..
A continuación un reportaje gráfico sobre la creciente realizado por Luis Alberto Mahecha Romero y publicada en su facebook.
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3 comentarios:
lo importante es que la todos los habitantes que viven en esta zona ya están advertidos y así no ocasiona pérdidas de vidas solo cosas materiales. la pobreza absoluta es la causa de que sigan acomodándose sobre la rivera del rio. eso es lo que debe mirar las autoridades y gobernantes dar fuente de empleo para evitar que esto siga sucediendo. o la atracción
de nuevas Empresas industriales que fomente la mano de obra.
Hoy visite los sitios afectados y encontré al culpable de esta devastación de viviendas arrasadas y declarada en alto riesgo, primer culpable el mismo gobierno municipal que dio los permisos de planeación para construir vivienda en estos sitios y además reciben los impuestos prediales y ejidos segundo culpable los dueños de las represas de betania y las que abren las compuertas de las mismas.y por ultimo el mismo habitante que corre el riesgo de vivir con esa
zozobra en un tiempo de verano vive bien pero en el invierno tiene que sufrir esta complicada y compleja vida de el y de sus seres queridos y cosas materiales que muchas se pierden y le toca empezar de cero. EN TODO CASO LA POBREZA LO LLEVA A CORRER CON ESA SITUACIÓN.Pro no siempre es así los ricos también asumen estos riesgos compran muy cerca de la orilla y corre con la misma suerte de perder todo y de volver a empezar y lo hacen buscando salir del estrés y encontrar un sitio donde reine la paz y la tranquilidad pero a veces tiene un final desastroso que viéndolo desde el punto de vista era mejor vencer el estrés de otra forma no huyendole o enfrentarlo.
Es lamentable esta situación para la población ribereña, seguramente son miles las personas perjudicadas a lo largo de la cuenca hasta Bocas de Ceniza. Una aproximación a un análisis desprevenido puede establecer causas y consecuencias de estas "crecientes". Ignorancia, terquedad, clientelismo, pobreza espiritual, pobreza económica, sumisión, desesperanza, indolencia, corrupción, populismo, demagogia y hasta bellaquería encontramos en dicho análisis. Nuestros ríos tutelares Magdalena y Gualí (hablo de Honda, mi ciudad) no son traicioneros como lo mencionó hace algunos días un funcionario de la Defensa Civil. Creo que ningún río en el planeta es traicionero o vengativo, sencillamente crece cuando se dan las condiciones naturales y antrópicas necesarias para ello. Un río crecido no es arrogante ni soberbio, en cierta forma anuncia el fenómeno que está por ocurrir. Esto está en el imaginario de la gente; sabe, conoce y comprende su propia situación y vulnerabilidad ante la naturaleza. Podríamos decir que las crecientes son pendulares, con sus causas y efectos conocidos a través del tiempo y el espacio. ¿Qué sucede o deja de suceder entre creciente y creciente? ¿Qué hacen los gobiernos locales, departamentales y nacionales para resolver este asunto? Hay oficinas de prevención, ¿eso qué es, cómo se come, para qué sirven? Los funcionarios salen en televisión con actitud de "muñecos acartonados, almidonados", haciendo anuncios y más anuncios u ofreciendo cosas. ¿Y para las próximas crecientes qué? La penúltima creciente "brava" fue a finales de 2010, las fotografías tienen bastante parecido, ¿qué pasó entre una y otra? El imperio de la mentira. Ojalá las familias damnificadas encuentren soluciones reales y definitivas para que no estén condenadas a la repetición.
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