(Foto J.V. Mogollan. Archivo privado de Álvaro Negrillo FP)
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Se sabe por algunas
investigaciones de las
distintas actividades culturales del Municipio de Honda desde el siglo XIX. Por
el año de 1857 Próspero Pereira Gamba
había instalado una imprenta iniciando de esta manera el periodismo en la
ciudad. Había varios periódicos registrados dos años después: El
Vapor, Voz del Tolima dirigido por
Miguel Agudelo; luego florecieron otras publicaciones como El Gualí, El
Salto, El Día y en 1899 La Voz del
Pueblo. La actividad periodística cumplía un importante papel como expresión
cultural de la ciudad.
A fines de este mismo siglo
existían dos teatros, uno de ellos muy modesto aunque ya desde tiempo atrás se
hacían representaciones y veladas en sitios de la ciudad que se prestaban o
eran acondicionados para tal fin. La
música tuvo una gran importancia en esta
sociedad; por escritura pública 183 de
1875 se creó una Sociedad para fundar la banda de música; y S Treffy por escritura 193 de el mismo año, aprobó los
estatutos de la biblioteca de Honda. En 1899 se crearon un grupo de teatro y
varias bandas de música.
A la ciudad comenzaron a llegar los pianos importados en especial los
Steinway; eran llevados a los teatros,
cuando era necesario según la programación. Aún para los primeros años de la
década de los años mil novecientos setenta había pianos en algunas
instituciones o casas de familia, como
en la de los Torres Rudas, Valencia Hallam, Bain en la calle del Remolino, Josué
Tello socio de Pedro A López & Cía que lo importó de Nueva York para
su hija; en el Colegio Nacional Santander, Club Deportivo, en la casa de los Urueña etc.
Es por supuesto la
navegación a vapor con la que llega una
circulación e influencia cultural
europea tanto en Barranquilla como en la vieja Villa de San Bartolomé de Honda,
ciudades que fueron además sitio de asentamiento de inmigrantes extranjeros.
En este nuevo contexto, la vida urbana de Honda dependió de
un nuevo sistema de comercio por el río, formando un eje con Barranquilla. Las
exportaciones de tabaco de la zona cercana de Ambalema, y luego las de café,
atrajeron comerciantes de otras ciudades del país y provocaron oleadas de
inmigrantes extranjeros.
Con la llegada de los nuevos habitantes se desarrollaron
actividades comerciales, de transporte y mineras, construyeron parte de la
infraestructura urbana, obras de arte urbano e introdujeron las ideas de la
modernidad en la construcción de la ciudad. Una vez más el río fue la razón de
ser de esta inmigración; el establecimiento de las compañías extranjeras para
navegarlo, el río como arteria camino de las importaciones y exportaciones.
Entre 1915 y 1916 el señor Manuel Navarro proyectó y edificó
un teatro con algunos elementos
necesarios para cumplir con el objeto para lo cual eran creados. Es así como
construyó el teatro Unión en cemento –
nuevo elemento para construcción - que fue circo de toros, además de serlo
también para presentaciones musicales y literarias, y también actividades que
se realizaban con el fin de ayudar a
personas necesitadas; presentación además
de las compañías de zarzuelas, pues contaba con palcos de madera y fue sitio de presentación
para diversas actividades de tipo cultural. Don Humberto Rodríguez Ávila
escribió en sus crónicas respecto al teatro Unión, que el
31 de Octubre en el año de 1930 alrededor de las nueve de la noche, se incendió
el teatro y solo quedó lo que era cemento armado. El incendio según le contaron
sus amigos de infancia que estaban viendo una película se originó en las
máquinas de proyección. Cuenta además en
sus crónicas que siendo dueño don Enrique Urueña del teatro Romance y enterado
de la realidad del Teatro Honda negoció con don Manuel Ignacio Navarro lo que
quedaba del teatro Unión.
Se sabe que en las reuniones sociales y tertulias estuvo
presente alguna manifestación artística, como en las ocasiones que las hermanas
de Milcíades Garavito en reuniones; por lo menos ocurridas en el Alto del
Rosario cantaban convirtiéndose la música en motivo principal de la reunión.
No es gratuito por tanto que la rumba criolla hubiera
aparecido en el Norte del Tolima hacia la década de los años veinte, variante
de la cubana popular que Milciades Garavito,
Emilio Sierra y el chueco Isidoro Chávez pusieron en boga, mezcla de son
cubano, el merengue antillano, el pasillo y el bambuco fiestero, un ritmo que
impusieron dichos autores en todo el país.
A la Villa de San Bartolomé de Honda llegaban además de
compañías de zarzuelas o de óperas acreditadas, grupos de teatro y compañías con menos
reputación, entre ellos unos grupos llegados de España que levantaban toldos
en lo que es hoy la Plaza de Ferias en
el barrio Bogotá; cuenta don Jesús Caldas que para la época era muy niño y por
tanto le era muy fácil colarse y ver, dice él “teatro español con escenas de la
pasión de Cristo en semana Santa”, espectáculos a los que asistían padre y
madre de familia con sus hijos.
El trece de Mayo de 1939, nace la sociedad anónima “TEATRO
HONDA S. A.” con domicilio en la ciudad de Honda, mediante escritura púbica
debidamente registrada en la oficina del registro de la misma ciudad el 17 de
Junio del mismo año, e igualmente su
extracto en la Cámara de Comercio de Honda el 16 de Mayo del mismo año. Los
socios fundadores de esta empresa
fueron: Temístocles Amaya, Mariano
Valderrama, Anastasio Frías C, Hernando
Parra C, Francisco Cascardo, Salvador Nasser, Rafael Motta Salas, Manuel J
Bonilla y Emilio Urrea. El objeto principal
de esta sociedad es la construcción y explotación de un teatro en la
ciudad de Honda, y la ejecución de cualquier otro acto lícito que tenga
relación con esta actividad comercial y social. El capital de la compañía fue de
$50.000, dividido en 5.000 acciones de valor de $10 cada una.
De los socios se recuerda: Temístocles Amaya, entre sus
actividades comerciales tenía la cadena de droguerías T AMAYA en Honda e Ibagué;
Mariano Valderrama comerciante muy adinerado, dueño de una firma importadora y
exportadora de diferentes tipos de mercancías; Anastasio Frías C, era socio de
la empresa FRÍAS & CIA. que de entre sus inversiones,
fue dueña del Hotel América; Hernando Parra C, de sus empresas una conocida fue
INVERSORA COLOMBIANA, la cual surtía de sus artículos al Norte del Tolima,
Oriente de Caldas y Occidente de Cundinamarca;
Francisco Cascardo, de origen italiano, era dueño de la CASA
ITALIANA importadora de mercancías desde
Europa donde se conseguían los sombreros Borsalino; Salvador Nasser, proveniente de Palestina, de
sus almacenes famosos el llamado LA
FLECHA, surtía de todo tipo de textiles y calzado al Norte del Tolima, Oriente
de Caldas y Occidente de Cundinamarca; Rafael
Motta Salas además de inversionista médico; Manuel J Bonilla dueño además de
otros negocios, de una ferretería que como todos los demás almacenes, vendían
al por mayor y al detal, pues aún para la época se importaba para surtir
incluso al país. Emilio Urrea, entre otras cosas dueño de una distribuidora o
concesionaria de vehículos, que estuvo ubicada en la Calle del Comercio o calle
13 al Oriente o en seguida de la Casa
Museo Alfonso López Pumarejo, donde exhibía en el primer piso los vehículos y
en la parte posterior donde es hoy el Almacén del Municipio hacía el
mantenimiento a los carros.
El terreno lo adquirió la Sociedad mediante contrato de
permuta celebrado con el Municipio de Honda, según escritura 458 del 12 de
Agosto de 1939. La extensión superficiaria de dicho terreno era de 2032 metros
cuadrados, de los que se descontaron por
enajenación a la Federación de Cafeteros 22 metros y 98 centímetros cuadrados,
y 913 varas cuadradas y 45 centímetros cuadrados a la Sociedad J FRÍAS &
CIA. Narra don Humberto que en el lote donde se construyó el teatro o que fue
permutado, funcionaba la Escuela de Artes y Oficios, y en otro local que estaba
detrás del ya mencionado de Artes y Oficios con salida al callejón llamado del
Níspero, se encontraba una escuela
pública.
El edificio fue destinado a Teatro, de construcción en
concreto, armadura de hierro y teja metálica,
compuesto en la parte baja: del escenario, camerinos para hombres y
mujeres, foso para la orquesta, un depósito, un salón o platea, un salón Lobby, el hall de entrada,
con dos taquillas y dos puertas de
acceso, dos corredores exteriores, uno a cada lado para salidas de emergencias,
servicios sanitarios independientes para hombres y mujeres, y dos locales
independientes para negocio; el segundo piso se compone de una gradería de
madera para entrada de preferencia, con capacidad para trescientas personas,
servicios sanitarios independientes para hombres y mujeres, dos terrazas que
dan para la calle, una oficina de administración; el tercer piso está compuesto
de los apartamentos donde se hallan instalados los aparatos de proyección y los
de distribución de alumbrado, teniendo además una instalación eléctrica
completa y todos los demás accesorios
como la silletería aún en buen estado.
Don Humberto Rodríguez recuerda que el nuevo teatro Unión
aunque no tenía las características del teatro Honda, fue mejor que el antiguo
teatro Romance. El teatro Unión fue inaugurado pocos meses después que abrió
sus puertas el teatro Honda, y el teatro Romance fue definitivamente cerrado,
pues se puso de moda el teatro Honda, era el teatro “que tanto había anhelado
la ciudadanía”. Escribe don Humberto “resultó ser un gran teatro con silletería
moderna y equipo de cine R. C. A. de último modelo y con todas las
instalaciones para aire acondicionado, solo que faltó el equipo porque
resultaba muy costoso y por lo tanto resolvieron dejar esto para más tarde”.
“Si mal no recuerdo el Teatro se estrenó con la Película El
Ladrón de Bagdad” dice don Humberto. Y comenta: por el año 1943 estaba en furor
la competencia entre los teatros Unión y Honda, con precios de 25 ctvs para los
estrenos en días de fiesta, 20 ctvs para películas de entre semana, y 10 ctvs
para los Lunes populares en el teatro Honda, y en el Unión 20 y 15 ctvs entre semana, y los Lunes populares 10 y 5
ctvs. Para celebrar el primer aniversario, exhibieron la película “Paloma” con
Dorothy Lamour, que para ese tiempo estaba en furor.
En resumen el objeto para la que se creó esta sociedad, fue
para construir un teatro que sirviera
para la proyección cinematográfica y representaciones teatrales. Con el
incendio del Teatro Unión y la pérdida consiguiente de las estructuras de
madera, el Teatro Honda que contaba con todo lo necesario de la época incluso
con la pantalla para la proyección de cine, vino a ser uno de los pocos teatros más importantes de la región central
andina, a pesar de tener el viejo puerto colonial cinco teatros en ese momento.
Por ello cuenta con un mecanismo para recoger la pantalla aún
original, y dejar al descubierto el escenario para actividades teatrales o de
cualquier otro tipo que requiera una interacción directa con el público, como
ocurrió la última vez en el año 2009.
De los Teatros de Honda, hay por investigar bastante, como
complemento de la historia del cine en Colombia. Se sabe de un Teatro que fue
destruido por un equívoco, el Colombia, donde exhibían cine mudo y cine
parlante. Como preludio una orquesta tocaba una retreta, y si era cine mudo la
orquesta ingresaba y amenizaba la presentación de la película. Los cinco
teatros que aún recuerdan unos pocos en Honda fueron el Romance, el Olimpia, el
Gualí donde también se presentaban coros juveniles y magos de prestigio, que
perteneció a una Familia Olmos y fue comprado por la familia Cuartas; el Unión
y el Honda. Había una oferta variada de espectáculos, para una población
diversa, con precios diferentes al alcance de unos y de otros, y según los gustos particulares de cada quién.
El teatro Honda fue el equipamiento cultural prácticamente
especializado y preferido, por contar
con la logística necesaria, y por
consiguiente desde sus inicios por décadas fue el centro de casi todas las
actividades culturales y artísticas. La
empresa dueña del teatro contrató y presentó óperas y zarzuelas, además de
coros, recitales y películas; cantantes y músicos como los Panchos,
humoristas famosos como CAMPITOS que presentó: Don Próspero Vaquero y su
Familia Presidencial, y Los Tres Reyes Vagos Melchor, Melgar y Malgastar;
también se sabe que se presentaron Los
Chaparrines; en el año cincuenta se presentó el dúo de gran fama nacional, Pacho
Benavides Edilberto Quiroga, quienes propusieron – cuenta el hijo del
Maestro Quiroga, Ricardo Quiroga - tener
la dispensa de no presentarse con Frac por el calor tan fuerte, pero la Empresa
no les permitió ; todas las clausuras de colegios y
presentaciones que requirieran un recinto apropiado junto con un escenario adecuado
se presentaban allí. El 20 de Noviembre de 1953 TEATRO HONDA S.A. vende a la
Sociedad HIJOS DE CARLOS CUARTAS D. LIMITADA, el teatro. La primera película que presentó la sociedad
de los Cuartas, fue una mejicana llamada ALINA
y el valor de la entrada fue de diez pesos.
Hernán Rodríguez Castro
Gestor e Investigador Cultural
FUENTES:
RESTREPO Tomás. Impresiones y Recuerdos.
GUZMÁN Ángela Inés. La Ciudad del Río Honda. Universidad Nacional de
Colombia, Unibiblos 2002.
BONILLA URUEÑA Neyla, OSPITIA CASTRO Dagoberto, RODRÍGUEZ CASTRO
Hernán. Procesos de Circulación Cultural en la Región Andina Del Tolima: Santa
Isabel, Falan y Palocabildo. 1995 – 1996. Inédito.
ABADÍA MORALES Guillermo. Compendio General de Folklore Colombiano.
Talleres Gráficos del Banco Popular. Noviembre 25 de 1983. Cuarta Edición.
Escritura 1098 del 20 de Noviembre de 1953. Fotocopia tomada de archivos
de la familia Cuartas.
RODRÍGUEZ ÁVILA Humberto. Honda en las décadas de los años veinte y
treinta. Fragmentos de Historias de los teatros (II) parte PRO – HONDA Santa Fé
de Bogotá. Año XXXI N° 34 Abril 2001.En CENTRO MUNICIPAL DE MEMORIA Blog
Tiberio Murcia Godoy.
RODRÍGUEZ ÁVILA Humberto. Honda en las décadas de los años veinte y
treinta. Fragmentos de Historias de los teatros (II) parte. PRO – HONDA Santa
Fé de Bogotá. Año XXXI N° 35. Junio y Julio de 20001. Pag 12. En CENTRO
MUNICIPAL DE MEMORIA Blog Tiberio Murcia Godoy.
Entrevistas: Gloria Cecilia Castro Parra, Familia Cuartas.
Conversaciones: con Emilia de Castillo Q.E.P.D. Barrio Alto del Rosario,
1988 – 1992. Dagoberto Ávila Q.E.P.D. 2004 a 2005
Conversaciones con Jesús Caldas
Tradición Oral.
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