martes, 29 de junio de 2010

'El Químico' está a punto de regresar. Por EL ESPECTADOR

La historia de Víctor Patiño Fómeque, ex policía que se vendióa la mafia desde mediados de los años 80.
Patiño Fómeque fue extraditado a EE.UU en 2002. Foto: Archivo
Víctor Patiño Fómeque, un ex policía que terminó haciéndole vueltas a la mafia desde la década de los 80, primero asociado al cartel de Cali con los hermanos Rodríguez Orejuela, después en el cartel del Norte del Valle bajo el siniestro Orlando Henao; el hombre al que apodaban El Químico que erigió un ‘narcoimperio’ en Buenaventura y sus alrededores, que sobornó congresistas para tramitar leyes que favorecieran a los traficantes, que guarda muchos secretos del Proceso 8.000 y que, tras su extradición, se convirtió en el sapo de sapos en Estados Unidos, está ad portas de regresar al país luego de haber saldado sus cuentas con la justicia norteamericana.

Aunque se esperaba su retorno ayer, extraoficialmente se conoció que sus abogados tramitan algunas solicitudes ante organismos de Estados Unidos con el fin de preservar la vida de Patiño Fómeque una vez pise suelo colombiano. Sus delaciones sobre rutas de narcotráfico, nombres propios de los herederos del ilícito negocio, identificar el rompecabezas de alianzas en el cartel del norte del Valle y poner en evidencia a capos como Juan Carlos Ramírez Abadía, alias Chupeta, o Wílber Varela, alias Jabón, le pasaron cuenta de cobro a Patiño Fómeque: 35 personas allegadas a él, incluido su medio hermano, Luis Alfonso Ocampo Fómeque, fueron asesinadas por el narcotráfico.

En diciembre de 2002 fue extraditado al ser requerido por el tribunal del distrito sur de la Florida, acusado de mantener rutas de narcotráfico hacia los Estados Unidos y de lavar millonarias ganancias de la mafia. La investigación determinó que El Químico era el enlace con el coronel de la Policía Danilo González (vinculado con la mafia) y con los paramilitares de la casa de Carlos Castaño Gil. Uno de los testigos en contra de Patiño fue el administrador de empresas, graduado en Estados Unidos, Carlos Hernando Maya Hoyos, capturado en 1999 en Cali por la DEA. Maya prendió el ventilador y entre otras cosas reveló que Patiño Fómeque participó en el asesinato del narcotraficante José Santacruz Londoño, que además financió la fuga del denominado comandante Bochica del Jega —que tuvo secuestrado a Juan Carlos Gaviria, hermano del ex presidente César Gaviria— y que desde prisión siguió delinquiendo.

La vida criminal de Víctor Patiño se remonta a los años 80. Se inició al lado de Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela, pronto fue escalando adueñándose de secretos o trabando alianzas estratégicas para montar su propio negocio. También fue cercano colaborador de Iván Urdinola y en tiempos cuando todas las autoridades judiciales se enfocaban en detener la máquina criminal del cartel de Medellín, Patiño Fómeque hacía de las suyas con el cartel del norte del Valle. A mediados de los 90 la cacería se extendió al cartel de Cali, entonces se tramitaron rebajas procesales para los narcos y de esa colada se benefició Patiño.

Estuvo en prisión con sus antiguos colaboradores, como Chupeta, pero nunca dejó sus andanzas y en Estados Unidos se fue desarrollando un proceso que puso en evidencia cómo desde prisión El Químico mantenía una estructura narcotraficante. Pero colaboró tanto con la justicia de EE.UU., que apenas purgó seis años y diez meses de prisión.
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