Honda. La ciudad que ya no es ciudad sino municipio, que era considerada de gran importancia a nivel comercial por ser la única vía de acceso fluvial de entrada de mercancía a Bogotá desde el Atlántico, por el río Magdalena; y a nivel agrícola pues toda la materia prima, como el algodón, el tabaco y el café, llegaba a este punto para ser exportado. La ciudad hoy está agonizando económica y socialmente por la pobreza y el desempleo.
La ciudad de los puentes, en total 40, del Puerto Arrancaplumas, del puente Navarro (el primero construido en el país), de la Calle de las trampas, del museo del río Magdalena, la cuna de Alfonso López Pumarejo.
La ciudad en donde vivieron tantos españoles en la época colonial y que además refugió a muchos colombianos que llegaron a ella huyendo en la época de la violencia política, pues fue una de las pocas que no se vio afectada por esta guerra ya que siempre tuvo batallón militar. Que una vez fue tan importante y que hoy solo es considerada un municipio más.
Honda es habitada por 27.310 pobladores, según la Alcaldía municipal, de los cuales solo 893 habitan en zonas rurales, por lo que tiene baja producción agrícola. Desde el 1 de enero de este año el alcalde municipal es José Alonso Montero Ortiz, un administrador de empresas representante del partido Cambio Radical.
Y eso es lo que necesita el municipio, un cambio radical que lo haga salir nuevamente a flote, para dejar atrás todas las afecciones que lo han hecho sumergir en un abatimiento del que le ha sido muy dificil salir.
Álvaro Enciso, dueño de la bizcochería El Néctar, de Guaduas, una de las más reconocidas en los municipios del valle del Magdalena fue uno de los refugiados junto a su familia, en la época de la violencia política, desde ese entonces visita constantemente Honda.
Según él, varios factores han influido en su decaimiento: el principal es la modernización de los medios de transporte. “Llegaron el ferrocarril, las carreteras y los aviones que brindaron otras alternativas más rápidas para el traslado de mercancía. Aunque Honda tuvo aeropuerto, era considerado de emergencia y debido a su mala administración terminó por ser demolido”.
Después vino la gran catástrofe de 1805, el terremoto que dividió casi en dos el pueblo. Muchos damnificados quedaron de esta tragedia, en la que el río Gualí creció tanto que atravesó el Magdalena, llevándose gran parte del municipio y muchos de los puentes que la hacían tan reconocida.
Posterior a esto, Honda tuvo dificultades políticas y fue perdiendo estatus y reconocimiento, cada fueron menos los recursos que el Estado destinaba para el municipio. Al punto de que lo único que lo sostiene es el dinero dado por regalías y las contribuciones por impuesto predial, que cada vez son menos.
Como consecuencia de ello, la situación actual de pobreza no se puede esconder. Son muchos los terrenos abandonados, entre ellos el hotel América considerado el primero del país, fundado en 1889: la afluencia de personas en la ciudad obligó a su construcción. Sus instalaciones hoy reposan abandonadas; sin embargo, es difícil decir hace cuánto tiempo, pues unos pobladores aseguran que hace 20 años, otros que hace 12, otros que aún es utilizado por algunas personas, pero en realidad nada está confirmado.
Igual está el hotel Hondama con sus instalaciones abandonadas, fue uno de los más importantes en la ciudad. Hoy sus instalaciones están totalmente abandonadas, hace unos 15 años, se dice que algunos ex empleados del hotel viven ahí y en ocasiones arriendan habitaciones.
Quizás una de las pérdidas más importantes para el municipio, fue la ida de la empresa Almacafé S.A., que fue cerrada hace aproximadamente 20 años. Esta sede de la empresa fue una de las más importantes del país en almacenamiento y selección de café. Con su partida dejó a un poco menos de mil personas sin empleo, entre ellas 400 mujeres que eran las encargadas de seleccionar a mano el café pergamino o tipo exportación. Hoy sus bodegas están totalmente abandonadas y en muy buen estado, y la alcaldía actual planea recuperarlas y crear en ellas un parque temático.
Pero existe una paradoja que se observa al llegar al municipio. Mientras reposan los restos de grandes emporios hoteleros, junto a ellos se han ido construyendo nuevos hoteles cinco estrellas, que han llegado a Honda generando empleos, son mucho más pequeños pero en días festivos tienen mucha acogida por los turistas. Entonces ¿ por qué no recuperar y restaurar los hoteles abandonados?
En la actualidad la mayoría de hondanos sobreviven del comercio interno, de los empleos que brindan los nuevos hoteles, del empleo informal y de los llamados “rebusques” como los paseos en lancha por el río, contar historias del pueblo. En conclusión, la mayoría depende del turismo.
Otros sobreviven de la pesca, pero este se ha convertido en otro de los problemas que aqueja a los habitantes del municipio, pues el bajo nivel de profundidad del río Magdalena dificulta la pesca. Así lo afirma John Jaramillo, de 26 años, quien sobrevive de este oficio; sin embargo, cuenta que su situación ha cambiado drásticamente para mal. “Ahora me toca trabajar en el puente Navarro, mientras sube el rio y trae pescados, contando la historia del puente a los pocos turistas que vienen, digo pocos porque anteriormente era una fila de carros la que uno veía para venir a conocer el puente, ahora son pocos, ha bajado muchísimo, ya no viene casi gente. La situación está bien difícil, no hay trabajo, por eso he pensado en irme para otra ciudad”.
La estocada final la da la Ruta del Sol, el corredor vial que está en construcción y que fue planeado para acortar el trayecto entre Villeta, Cundinamarca, y la Troncal del Caribe, pero que lamentablemente no pasará por Honda, lo cual será una pérdida económica para todos los hondanos que dependen de los restaurantes que están junto a la carretera y que diariamente reciben a los viajeros, especialmente en la temporada de vacaciones.
Qué le depara el futuro a Honda, no se puede predecir, pero la situación es bastante complicada. ¿La solución? Según Enciso, está en el turismo, en incentivar a la gente a que visite Honda, en promocionar todos los sitios que tiene, brindar algo más que un hotel y una piscina.
Por María Paula Acuña, colaboradora de Soyperiodista.com
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1 comentario:
La cuestión del estancamiento y el empobrecimiento de Honda es muy complicada y está muy complicada. Es un problema de varios factores, determinantes unos y contribuyentes otros, de naturaleza y dimensión diferente tales como económicos, sociales, políticos, culturales y ambientales. Por ejemplo, las prácticas políticas perversas con su consecuente de corrupción son factores determinantes, como también lo son la fractura y el resentimiento del sistema económico local; la conciencia ingenua en lo cultural (actitudes y comportamientos) y la dinámica reproductiva de la pobreza son factores contribuyentes, como lo es la variable ambiental que se muestra evidente a la vista de todos. El turismo es elemento potencial de recuperación parcial de Honda, no es el único cambio deseado. Si el problema de Honda es un asunto sistémico, la respuesta debe ser sistémica. Cada ciudadano hondano es parte de la respuesta, el cambio es sistémico para evitar la atomización de acciones aisladas unas y descoordinadas otras. ¿Qué hay del desarrollo local de Honda?
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