Foto: Juan Manuel Vargas / EL TIEMPO
En el 2008 el barrio 'Pacho Mario' sufrió una de las peores inundaciones de su historia. 'Tuky Tuky' y decenas de familias lo perdieron todo.
En el 2008 el barrio 'Pacho Mario' sufrió una de las peores inundaciones de su historia. 'Tuky Tuky' y decenas de familias lo perdieron todo.
Las crecientes del Río Magdalena convierten al popular sector de Pacho Mario en un escenario de emergencia en el que los bienes y enseres de sus habitantes naufragan.
Gerley Ordóñez, conocido como 'Tuky Tuky', propietario del reconocido restaurante a orillas del Magdalena que lleva su apodo, es uno de esos habitantes de Pacho Mario que desde el año 2000 viene dándole la pelea al río.
Este tolimense de 48 años recuerda que la creciente más brava la vivió en el 2008. "Ese año perdí casi todo, el río me ha castigado de mil maneras, pero también me da cada día el insumo para mi trabajo del que en temporada baja viven seis personas y en alta el doble", señala Tuky Tuky, que en aquella ocasión tuvo que comenzar de cero.
Cada inundación deja pérdidas millonarias para las familias que ven como el río arrastra televisores, equipos de sonido, estufas y colchones.
"Ese 2008 después de la inundación tuve que pedir limosna, esa vez perdí todo, tuve que volver a montar el negocio, fue verdaderamente desmoralizante, la inversión para volver a comenzar pasó de los 40 millones de pesos", dice Tuky Tuky, que cada año recibe comensales de Colombia y el mundo que llegan a la ciudad de los puentes buscando su sazón.
Tras la llegada del fenómeno de 'La Niña' y la advertencia hecha por el Ideam a los comités locales de emergencia, especialmente de la zona Caribe y Andina, la amenaza de nuevas inundaciones vuelve a ser una certeza y la preocupación de los habitantes de Pacho Mario una realidad que cada año los golpea.
'Esperemos que La Niña no se lleve todo'
Las obras de mitigación no han sido suficientes, la reubicación es una necesidad urgente en algunos casos y la comunidad debe tomar conciencia de la amenaza y la vulnerabilidad en la que se encuentran.
Sin embargo, las familias de pescadores y personajes como Tuky Tuky vuelven a la carga una vez baja el nivel del río.
"Uno ante la naturaleza no se puede quejar, son las cosas del destino y hay que aceptarlas como Dios nos la mande, afortunadamente he podido superar esas dificultades y salir adelante una y otra vez gracias a la misericordia de Dios y al apoyo de amigos y de mi familia", dice Tuky Tuky, que pese al optimismo que irradia, sabe con certeza que el río volverá a reclamar su territorio y que él, junto a su familia, tal vez deberán a volver a comenzar de cero como tantas otras veces.
Gerley Ordóñez, conocido como 'Tuky Tuky', propietario del reconocido restaurante a orillas del Magdalena que lleva su apodo, es uno de esos habitantes de Pacho Mario que desde el año 2000 viene dándole la pelea al río.
Este tolimense de 48 años recuerda que la creciente más brava la vivió en el 2008. "Ese año perdí casi todo, el río me ha castigado de mil maneras, pero también me da cada día el insumo para mi trabajo del que en temporada baja viven seis personas y en alta el doble", señala Tuky Tuky, que en aquella ocasión tuvo que comenzar de cero.
Cada inundación deja pérdidas millonarias para las familias que ven como el río arrastra televisores, equipos de sonido, estufas y colchones.
"Ese 2008 después de la inundación tuve que pedir limosna, esa vez perdí todo, tuve que volver a montar el negocio, fue verdaderamente desmoralizante, la inversión para volver a comenzar pasó de los 40 millones de pesos", dice Tuky Tuky, que cada año recibe comensales de Colombia y el mundo que llegan a la ciudad de los puentes buscando su sazón.
Tras la llegada del fenómeno de 'La Niña' y la advertencia hecha por el Ideam a los comités locales de emergencia, especialmente de la zona Caribe y Andina, la amenaza de nuevas inundaciones vuelve a ser una certeza y la preocupación de los habitantes de Pacho Mario una realidad que cada año los golpea.
'Esperemos que La Niña no se lleve todo'
Las obras de mitigación no han sido suficientes, la reubicación es una necesidad urgente en algunos casos y la comunidad debe tomar conciencia de la amenaza y la vulnerabilidad en la que se encuentran.
Sin embargo, las familias de pescadores y personajes como Tuky Tuky vuelven a la carga una vez baja el nivel del río.
"Uno ante la naturaleza no se puede quejar, son las cosas del destino y hay que aceptarlas como Dios nos la mande, afortunadamente he podido superar esas dificultades y salir adelante una y otra vez gracias a la misericordia de Dios y al apoyo de amigos y de mi familia", dice Tuky Tuky, que pese al optimismo que irradia, sabe con certeza que el río volverá a reclamar su territorio y que él, junto a su familia, tal vez deberán a volver a comenzar de cero como tantas otras veces.
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