Cuando tenía 15 años de edad, Omar Calderón empezó a trabajar en Honda, Tolima. En ese entonces creyó ser uno de los jóvenes más afortunados por vivir en una de las ciudades más prosperas e importantes del país, y creyó que su futuro estaba asegurado. Sin embargo, el giro garrafal que tuvo el municipio, lo convirtió en un experto en el arte de sobrevivir.
Mientras recorríamos el municipio en su taxi viejo y destartalado, pasamos frente a las instalaciones abandonadas de lo que una vez fue la empresa más importante de almacenamiento y selección de café del país, Almacafé S.A. El rostro de Omar Calderón, a sus 65 años, se transformó y con nostalgia comentó que en la época de bonanza fue en este lugar donde trabajó durante siete años hasta que la empresa decidió cerrar sus instalaciones.
Esa decisión, hace 20 años, lo convirtió en uno de los 987 desempleados, entre los cuales, además, estaban 400 mujeres que eran las encargadas de seleccionar a mano el café pergamino o de exportación y que en su mayoría eran cabezas de hogar.
Calderón es uno de los hondanos que en la actualidad padece la inclemencia de la pobreza, su trabajo depende en la mayoría del turismo, que en los últimos años ha tenido un notorio bajón.
“Gracias a Dios pude sacar a mis dos hijos adelante, hoy solo vivo con mi esposa. Pero la situación acá en Honda se ha puesto muy difícil, hay mucha pobreza. Este, que es el parque central de Honda, ahora fácilmente se puede ver pero hace unos meses estaba lleno de personas que vivían en la calle y lo cogían de dormidero, además de que robaban mucho. Ha aumentado la delincuencia, la pobreza obliga a la gente a hacer estas cosas” afirmó mientras observábamos el lugar, en el que el letrero “Prohibido dormir en el parque” resaltaba en una pared.
El decaimiento del municipio empezó hace muchos años, fue un proceso largo. El inicio fue la implementación de nuevos medios de transporte, lo que hizo que el río Magdalena perdiera su importancia como principal vía de acceso fluvial para la mercancía que entraba y salía del país, llevándose por delante a Honda, que era el puerto obligado entre la costa Atlántica y Bogotá.
No solo Almacafé S.A decidió irse: en el municipio también reposan los restos abandonados de Bavaria S.A y grandes hoteles, como “el América” y el “Hondama”, además de mucha casas. La partida de estas empresas dejó un sinfín de desempleados, muchos de ellos decidieron marcharse, y algunos como Omar se trasladaron a la capital. Sin embargo él afirma que la situación en la fría Bogotá es mucho más difícil: “yo me fui para allá y trabajé como conductor de bus durante 6 años, pero allá ninguna plata alcanza, por eso me devolví para la tierrita”.
Actualmente Omar hace parte de la junta de acción comunal del barrio Pueblo Nuevo. Su principal preocupación es que los dineros destinados al municipio no se ven invertidos en el mismo, sino que “hacen obras tontas como el ensanchamiento de andenes, que no es algo necesario, en vez de recuperar estos espacios que pueden servir como albergues,, o hasta colegios, cosas que de verdad ayuden a los habitantes”.
¿Qué sigue? Seguir sobreviviendo con su humilde trabajo, tratar de llevar una vida tranquila y esperar que más gente visite Honda, pues son muchos los lugares que hay por conocer. No en vano fue tan importante a nivel histórico.
Lugares emblemáticos
Aunque son innumerables los atractivos turísticos de Honda, mencionamos aquí la más importante y trascendentes en la historia.
Puente Navarro: Desde él se puede tener una vista panorámica del municipio. Fue construido entre 1894 y 1899 por Bernardo Navarro, empresario del municipio. Recientemente se invirtieron 760 millones de pesos para su restauración.
Puerto Arrancaplumas: Hoy totalmente abandonado y sin uso, en parte por el bajo nivel de profundidad del río Magdalena. Fue la principal vía de acceso fluvial al interior del país, a él llegaban entre 25 y 30 barcos a diario. La implementación de nuevos sistemas de transporte dio fin a su vida útil.
Calle de las trampas: Es uno de los lugares más antiguos de Honda, totalmente empedrada y con una arquitectura colonial dejada por los españoles, es uno de los mayores atractivos del municipio. Todas sus casas son propiedad de extranjeros y no están habitadas, son destinadas al alquiler temporal.
Por: Mari_ Acuña
Crónicas emigrantes - Lo que el progreso se llevó | soyperiodista.com
www.soyperiodista.com › Crónicas emigrantesCompartir
20 Oct 2012 – Cuando tenía 15 años de edad, Omar Calderón empezó a trabajar enHonda, Tolima. En ese entonces creyó ser uno de los jóvenes más .
.
Tomado de:
http://www.soyperiodista.com/cronicasemigrantes/nota-16436-el-progreso-se-llevo
No hay comentarios:
Publicar un comentario