El Juzgado Penal del Circuito de Fresno profirió ayer lectura al documento de acusación en contra del exalcalde de Honda, Carlos Alberto Arce Camacho; el exsecretario de Planeación, Enrique Rondón; la exsecretaria de Gobierno, Margoth Alvarado; José Luis Martínez y Julio César Otálora por las posibles irregularidades halladas en la firma de dos contratos en 2009.
La audiencia se llevó a cabo a la 2:30 de la tarde de ayer, en donde les fueron imputados los cargos de prevaricato, falsedad ideológica, firma indebida de contrato sin el cumplimiento de los requisitos legales.
Según William Olaya, veedor ciudadano, todo parece indicar que en 2008 el exmandatario autorizó obras de recuperación en la plaza de mercado de Honda sin que existieran soportes de dichas acciones y en el 2009 firmar la ejecución de dos contratos para la compra de suministros y contratación de mano de obra, cercanos a los 16 millones de pesos, para ejecutar trabajos en el mismo lugar sin que se adelantara acción alguna.
Los acusados se declararon inocentes y el Juez fijó la audiencia preparatoria para el 8 marzo a las 9 a.m.
Según William Olaya, veedor ciudadano, todo parece indicar que en 2008 el exmandatario autorizó obras de recuperación en la plaza de mercado de Honda sin que existieran soportes de dichas acciones y en el 2009 firmar la ejecución de dos contratos para la compra de suministros y contratación de mano de obra, cercanos a los 16 millones de pesos, para ejecutar trabajos en el mismo lugar sin que se adelantara acción alguna.
Los acusados se declararon inocentes y el Juez fijó la audiencia preparatoria para el 8 marzo a las 9 a.m.
El dato:
La demanda contra el exalcalde de Honda, Carlos Alberto Arce Camacho fue interpuesta por acción de los veedores el 5 octubre de 2010.
Publicada por
CON AYUDA DE EL PUENTE
Tomado de:
http://www.elnuevodia.com.co/nuevodia/actualidad/politica/170750-exalcalde-de-honda-fue-acusado-de-prevaricato
1 comentario:
Lamentable estas cosas que pasan diariamente en las administraciones locales de nuestros municipios colombianos, de nuestras entidades públicas y también privadas, es como una maldición y no hay contra, solo la justicia derecha o recta y la acción legal ciudadana. La corrupción es una actitud y un comportamiento, por tanto es una cultura. Si la cultura es lo aprendido, pueden cambiarse estas actitudes y comportamientos, podemos asomarnos, aprender y transitar a una nueva época con decencia y respeto por lo público.
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