Tristeza y desolación embargan a los damnificados por el desbordamiento del río Magdalena en el municipio de Honda. Sus rostros reflejan frustración por querer reconstruir lo que la furia de las aguas arrasó, porque las difíciles condiciones económicas en las que quedaron les imposibilita actuar de manera inmediata.
Sumando a esto los afectados señalan que los gobiernos departamental y local, y demás autoridades, se olvidaron por completo de ellos, pues pasada la emergencia no regresaron a llevar ningún tipo de ayuda.
Los hechos
Durante la pasada Semana Santa el río Magdalena incrementó su nivel, inundando los barrios y veredas Caracolí, Planadas, Cascajal, La Bujona, Libertador, Santa Lucía, Panchigua, Avenida Pachomario, Magdalena, Bodega Sur, Pueblo Nuevo, Francisco Núñez y Arrancaplumas, y del sector rural Perico, Mesuno y La Isla de Corea.
Los hondanos evacuaron las viviendas para refugiarse en 'cambuches' y carpas que instalaron las autoridades, mientras que otros se refugiaron en casas de familiares. En aquella oportunidad el ministro de Transporte, Germán Cardona, junto con el director General de la Policía de Carreteras, general Rodolfo Palomino, el ministro de las Tecnologías, Diego Molano, y el gobernador del Tolima, Óscar Barreto, visitaron las zonas afectadas.
"A estas 40 familias que perdieron sus inmuebles hay que reubicarlas en una nueva urbanización con subsidios del Gobierno nacional", dijo en ese momento el ministro Molano.
Sin embargo, mes y medio después de la emergencia los damnificados dicen que estas palabras se las llevó el viento, pues ni las administraciones nacional, departamental o municipal les han cumplido con las promesas hechas.
"No se volvieron a aparecer"
Algunos hondanos que se refugiaron en las carpas instaladas en el sector conocido como La Avenida de los Estudiantes aseguraron que como consecuencia de la incomodidad y de las condiciones de higiene vividas allí, las desocuparon. De igual forma manifestaron que las personas están volviendo a reconstruir sus viviendas.
"Con las latas, tablas, guadua y otros materiales las personas están volviendo a construir sus casas. No quedó más opción, pues las carpas donde estábamos viviendo eran demasiado incómodas. Supuestamente la Alcaldía, la Gobernación y hasta el Gobierno nacional nos prometieron ayudas, pero sólo fue escándalo, porque jamás volvieron.
"Es que no cumplieron ni con lo más mínimo que es el subsidio de arriendo. A muchos le prometieron los recursos, pero al ver el incumplimiento les tocó pagar de su bolsillo", indicó Jorge Enrique Trujillo, presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio Avenida Pachomario.
Entre tanto, Ligia Rojas, presidenta del barrio Bodega Sur, otra de las zonas afectadas por la avalancha del Magdalena, criticó la forma como el Estado ha manejado la situación. Según dijo, la Alcaldía, la Gobernación y hasta los ministros se comprometieron a entregar los subsidios de arriendo mientras los reubicaban, pero a la fecha no les han cumplido.
"Estamos en el limbo, nadie dice nada, nadie hace algo por nosotros. Apenas pasó la emergencia nos trajeron algunas ayudas y eso fue todo. Ellos (representantes del Gobierno) nos prometieron subsidios para pagar un arriendo, pero eso tampoco lo cumplieron.
"La mayoría de las casas se encuentran en mal estado, los cimientos están muy débiles y nosotros tenemos miedo de que todo se nos caiga encima".
En el barrio Bodega Sur, 32 viviendas registran daños en la estructura, no obstante las familias se han negado a abandonar los inmuebles, argumentando que no tiene para dónde irse.
ANA LUCÍA RIVERA Q.
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