Solución definitiva a este problema no estará lista este año, señalaron autoridades.
Las ojeras oscuras y profundas de César Augusto Serna calcan la tortura en que se convirtió, desde el pasado 20 abril, su acostumbrado viaje de comerciante entre Bogotá y Medellín.
El trayecto pasó de 9 a 15 horas, en promedio, debido a un derrumbe en la vía que de Guaduas (Cundinamarca) conduce a Honda (Tolima) y quearrasó con al menos un kilómetro de la banca, lo que obliga a los viajeros a ir por Bogotá - Ibagué - Honda o arriesgarse por la peligrosa e inestable vía Cambao - Girardot - Honda, que en marzo pasado cobró 9 vidas.
De acuerdo con cifras del Invías, por esa carretera transitaban unos 3.500 vehículos particulares y 3.500 de tráfico pesado (tractomulas, camiones y buses) al día.
Entonces, como de carambola, las finanzas de Serna -y las de la región- empezaron a irse a pique. Según William Calderón, director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Honda, el aislamiento ocasiona pérdidas del 95 por ciento en el municipio. En Guaduas, la situación es muy similar.
Y lo peor es que no se vislumbran soluciones más allá de las provisionales. El ministro de Transporte, Germán Cardona, dijo que es "tal vez uno de los problemas de vías más graves que tiene el país".
Cardona anunció el viernes que será habilitado un sendero peatonal y, si el clima lo permite, un corredor temporal para vehículos pequeños.
También quedó claro, luego del recorrido que el Ministro hizo por el lugar conocido como el Alto de La Mona, en compañía del Gobernador de Cundinamarca y del Director de Invías, que la solución definitiva no llegará este año, pues geológicamente es imposible volver a trazar la vía por donde estaba antes.
Según la Gobernación, hay dos soluciones definitivas: una es un túnel de 6.320 metros de longitud que atraviese la cuchilla del Cocoló, en Guaduas, y que empalme con el tramo dos de la Ruta del Sol. La otra es un corredor que una a Puerto Salgar con Puerto Bogotá, Cambao y Girardot. "Aquí se partió en dos el país, se quebró el departamento. Esta es una de las vías más importantes que conecta centros vitales de la economía", dijo el gobernador, Andrés González Díaz.
En efecto, y aunque aún no se conocen cifras consolidadas de consecuencias, la crisis trasciende lo regional. El comercio entre las dos ciudades más importantes del país y sus áreas industriales está a punto de colapsar, y al menos 138 mil personas dejaron de viajar en flota y los que lo hacen en sus carros particulares deben asumir los costos de al menos cinco peajes más.
"Es grave. No solo se trata del comercio entre Bogotá y Medellín, sino del comercio de la Costa Caribe, que se movilizaba por ese eje vial", aseguró el presidente de Fenalco, Guillermo Botero Nieto.
Las caras de la tragedia
Keiro Giraldo, conductor de bus: "A veces no parece un servicio público sino familiar. Me he ido para Bogotá (de Medellín), con tres personas".
Camilo Escamilla, veterinario: "Antes pagaba $ 45.000 por el pasaje y ahora pago $ 60.000, y además toca comer, desayunar y almorzar".
William Calderón, director Cámara de Comercio de Honda: "Todos los negocios de Puerto Bogotá se fueron al suelo en un 95 %, así como la mayoría del Alto del Trigo, que también están cerrados".
* Con información de Pablo Triana
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